EL NIDO

Estudiar el zen es como colocar un nido en tu patio trasero. Puede ser un nido muy bonito, y que te dé mucho trabajo, pero el que vengan los pájaros a anidar en él no es decisión tuya.

NO ENSEÑO

No enseño, aprendo. Si puedes aprender algo de mí, entonces habrás tenido suerte.

DISCIPLINA

El zen requiere disciplina pero, desgraciadamente algunas personas son más aficionadas a la disciplina que al zen.

PATALEANDO

Cuando Buda está iluminado el Demonio, pataleando y gritando, también lo está.

SOY BUENA PERSONA

Si alguien piensa, "soy una buena persona", la idea se interpondrá en el camino de la realidad.

DOGEN

Dogen, el maestro zen, dijo que una buena enseñanza debería sentirse como algo que se te impone, pero eso es solamente en la enseñanza ordinaria. La buena enseñanza se siente como llegar a casa y tener unas cálidas zapatillas.

PUCHERO

Un puchero está vacío, y toda la cuestión del puchero está en ese vacío.

EL EGO SALE

El ego sale con la misma naturalidad que entra el zen.

PENSAMIENTOS BONITOS

No te preocupes en tener pensamientos bonitos y santos... las flores crecen mejor en el estiércol.

EL HOGAR

El budismo es como el hogar en el que crecí. Pero, como todo adulto, llega un momento en que hay que irse de casa.

SATSUME

Una niña japonesa llamada Satsume experimentó un despertar siendo sólo adolescente. Un día su padre la encontró meditando, sentada sobre una de las escrituras y la regañó por su falta de respeto. "¿En qué", contestó, "se diferencia esta escritura de mi trasero?".

¿ADÓNDE? ¿ADÓNDE? ¿ADÓNDE?

"¿A dónde vas?", preguntó el niño.
"A donde me lleven mis pies", contestó el otro.
"¿A dónde vas hoy?", pregunto el niño.
"A donde me empuje el viento", contestó el otro.
"¿A dónde vas hoy?", preguntó el niño.
"Al mercado a comprar verduras", contestó el otro.

¿QUIÉN ERES TÚ?

"¿Y quién eres tú?", dijo él.

"No me confundas", dije yo.