ARREPENTIMIENTO

En el zen no hay que arrepentirse, implorar perdón o prometer enmendarse. Lo único que hay que hacer es deshacerse del falso yo y encontrar el verdadero esperando debajo.

JUGAR AL ESCONDITE

Quizá el zen es como jugar al escondite. Cuando por fin te encuentras, gritas de alegría.

EN EL INTERIOR

Si contemplas una nuez verás el exterior. Si partes la cáscara verás un nuevo exterior.
Si la partes por la mitad verás dos nuevos exteriores.
El zen está en el interior de los exteriores.

LA DIFICULTAD

Hay muchos relatos sobre monjes soportando tremendas dificultades para descubrir el zen. Pero lo que importa es el descubrimiento, la dificultad es un añadido.

PAVAROTTI

Una persona iluminada no podría enseñarte iluminación más de lo que Pavarotti podría enseñarte a cantar como él.

SI PIENSAS ASÍ...

"Él me venció, ella me engañó, ellos se rieron de mí". Si piensas así, nunca entenderás.

TIRITA

El zen no es una tirita. No puedes sencillamente aplicarla en caso de emergencia. Si quieres lo que te puede dar, debes trabajar por ello ahora.

INFIERNOS Y CIELOS

En el zen todos los infiernos y cielos son posibles, pero no son permanentes. Pisotea el infierno, dale la espalda al cielo.
¿Quién los necesita?